desfile de modas
y de pronto estábamos caminando por las calles cercanas a la facultad buscando cualquier elemento que nos recordara al concepto elegido, buscamos en el piso, en las paredes, en los basureros, nos imaginamos un vestido desastroso, complicado, rotoso, que complicara al modelo, que lo mantuviera atado como a una armadura, que le costara caminar y que tuviera un aspecto de vagabundo, totalmente fuera de serie.
de las paredes vamos sacando los carteles pegados, unos sobre otros, una serie de mensajes superpuestos, caoticos, llenos de palabras sin sentido, unas sobre otras, como las multiples voces interiores de un demente, como todas las palabras que se escuchan en la calle, mensajes superpuestos urbanos, modernos, dementes, acelerados. encontramos plásticos, bolsas de basura, mallas de frutas, cartones, papeles, plasticos, huinchas, elementos que se irian superponiendo para crear esta cárcel caminante de caracter urbano, mestizo, hipermoderno y a la vez de una precariedad absoluta.
vestimos a florencia con ayuda de amigos, el grupo comprende el concepto, va imaginando nuevos elementos en el camino, se entusiasma con la idea, buscan el caracter dual en todos los elementos. creamos una falda de plastico negro, una cola de nylon, una armadura superior de papeles recortados, una corona de papel metálico... creamos un ser demente, una personalidad superpuesta, compleja, loca.
florencia interpreta luego, al presentarse, con una actuacion que refleja esta personalidad, siendo comprendida por todo el publico y el jurado. el desfile se desarrolla de muy bonita manera, todos los trajes son interesantes y llamativos, nadie quería pasar desapercibido. se reune mucha gente para verlo y adquiere caracter de evento publico.
el desfile se acaba, llega el tras bambalinas, hora de desvestirse, sacarse el maquillaje, y volver a caminar sin personajes, sin armaduras, de olvidarse de los dementes y los locos.
Será hasta el proximo jueves.
En los murmullos de la metrópolis
Neils Laarsen V.
de las paredes vamos sacando los carteles pegados, unos sobre otros, una serie de mensajes superpuestos, caoticos, llenos de palabras sin sentido, unas sobre otras, como las multiples voces interiores de un demente, como todas las palabras que se escuchan en la calle, mensajes superpuestos urbanos, modernos, dementes, acelerados. encontramos plásticos, bolsas de basura, mallas de frutas, cartones, papeles, plasticos, huinchas, elementos que se irian superponiendo para crear esta cárcel caminante de caracter urbano, mestizo, hipermoderno y a la vez de una precariedad absoluta.
vestimos a florencia con ayuda de amigos, el grupo comprende el concepto, va imaginando nuevos elementos en el camino, se entusiasma con la idea, buscan el caracter dual en todos los elementos. creamos una falda de plastico negro, una cola de nylon, una armadura superior de papeles recortados, una corona de papel metálico... creamos un ser demente, una personalidad superpuesta, compleja, loca.
florencia interpreta luego, al presentarse, con una actuacion que refleja esta personalidad, siendo comprendida por todo el publico y el jurado. el desfile se desarrolla de muy bonita manera, todos los trajes son interesantes y llamativos, nadie quería pasar desapercibido. se reune mucha gente para verlo y adquiere caracter de evento publico.
el desfile se acaba, llega el tras bambalinas, hora de desvestirse, sacarse el maquillaje, y volver a caminar sin personajes, sin armaduras, de olvidarse de los dementes y los locos.
Será hasta el proximo jueves.
En los murmullos de la metrópolis
Neils Laarsen V.
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