al final del viaje partiremos denuevo.


En un momento lo logré, pero no todo el tiempo, me desconcentraba. Venían pensamientos a mi cabeza, demasiados pensamientos, siento que mi cabeza está siempre cruzada por tremendas frases que me superan en tamaño y potencia. Esas palabras me molestaban, y aunque el profesor tiene la habilidad de introducirte en la historia o los pensamientos que te quiere transmitir mientras estai con los ojos cerrados, me costaba concentrarme. Pero al fin lo logré, conectar con ese silencio interior, concentrarse completamente con el momento presente, con la imaginería que se te propone, poner el pensamiento y el cuerpo un cien por ciento en este momento, ahora, no aqui ni allà, siempre ahora, siempre presente.
Me acordè de esa vez que el profe nos hizo imaginar un tremendo viaje de placer que empezaba en un hotel en indonesia y terminaba en el departamento de lenny kravitz... Uf! Salir de ahí con la sensación de placer impregnada al cuerpo, totalmente tranquilo, como si en realidad hubiésemos estado allí. Empecé a pensar que el cuerpo en realidad no distingue lo que pasa de lo que no pasa, como cuando despertamos buscando lo que se nos perdió en un sueño. De modo que las cosas que pensamos o imaginamos es como si las viviéramos, y la percepción está abierta al campo de lo real, de lo imaginario, de lo posible, de lo pasado, y todo es verdad, todo es percibido como real. Si nos decimos mensajes positivos nuestro cuerpo pensará que el mundo es bello, a su vez si hacemos lo contrario.
Y, sumado a esto, es importante estar conscientes y percibiendo lo que nos está sucediendo. Las reacciones que está sufriendo nuestro cuerpo, las maneras en las que estamos actuando, estar abierto no sólo a percibir lo que sucede afuera sino a percibir lo que sucede dentro nuestro, estar atento a nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones físicas, respetar que el cuerpo pueda sentir sueño, o cansancio, o frustración y actuar en consecuencia.

Si bien me perdí la primera parte del curso, que trataba sobre la percepción de sensaciones nuevas, lugares distintos, siento que con lo que alcancé a estar desperté unas especies de papilas gustativas con el exterior que tenía tapadas, rellenas con algo que no las dejaba respirar. Las estoy recuperando. Recuperar los tiempos de teatro, el mismo jueves, el mismo día, pensar que es un paréntesis en la rutina, en la manera tan pragmática en que a menudo se vive la vida.


En la rutina de lo otra vez distinto,
Neils Laarsen V.

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