LAS PAREDES RECUERDAN (MAS QUE NOSOTROS, AL MENOS)

al sacar los carteles de las calles, papeles sobre papeles, me acordé de un pensamiento que siempre he tenido: esos papeles superpuestos con una rapidez alarmante, dan cuenta del tiempo que va pasando. se van poniendo unos sobre otros y ha medida que pasa el tiempo va aumentando su grosor, un milímetro, dos milímetros más de muro.
al igual que el piso de las ruinas de una ciudad anterior quedan a uno o dos metros bajo la ciudad actual debido a que el polvo, los escombros, y las construcciones unas sobre otras van haciendo subir el piso. de este mismo modo los carteles van sedimentando de a poco las murallas, achicando el espacio, semana a semana, mes a mes, por el que caminamos, y sedimentando el recuerdo de conciertos que ya fueron, de obras que ya no se montan, de montajes abandonados, guardados en bodegas, payasos olvidados, cantantes pasados de moda, toda esa memoria frágil, instantánea sedimentada en los muros, condenada a prevalecer en la pila de los olvidados, en los que sólo destaca el ultimo, no porque sea mejor, sino porque es el último, el más nuevo, el más reciente, el que aún anuncia algo por venir y no recuerda algo que ya pasó.

Entre las imágenes de diarios de ayer
Neils Laarsen V.