sacudir las telarañas.























movimiento, correr, sacudirse, cantar, bailar.

un recuerdo: llegar a la sala de teatro, 16 años, todos mis amigos, reir de buena gana, saltar y reirse y caer al piso: habia permiso para todo. si habia que llorar se lloraba, si habia que reir sin duda se reía, si habia que cantar o bailar o improvisar, todo estaba bien, todo valía, todo era bonito e importante. apagar las luces y jugar a encontrarnos, o transformarnos en seres de otros planetas y olvidar nuestras identidades por horas, sin dudar. la excusa perfecta para gritar cuanto se diera la gana, para abrazar y besar sin explicaciones.

sacudir esas ganas de espacio, esas ganas acumuladas de moverse, de saltar. las maquetas y el autocad no tienen mucho de movimiento, de respiracion, de risa ni de baile, los profesores duros, asperos, exigentes no tienen nada de esa comprension absoluta, de ese compromiso, de ese valorarte por ser quien eres. es dificil ese cambio, es dificil comprender y convencerse de que está bien con esas frases: asi es el mundo real, tienes que aprender asi para estar bien preparado.

qué ganas de que el mundo fuera como en teatro, de que la espontaneidad fuera bien recibida, de que ganen siempre los más sensibles, los más generosos.

qué ganas de entrar a la sala de teatro y hundirme en un abrazo gigante, en un beso gigante y guardarme en ese rincón cálido y húmedo y volverme bolita y cascarón y útero y cerrar los ojos, volver.


Desde el útero caliente de la madre infancia
Neils Laarsen V.

Comentarios

Tonchi ha dicho que…
amor + juerza minero